jueves, 29 de julio de 2010

Hiroshima

Hiroshima

El agua de la bahía hoy es clara
Aquí, la última esperanza me llama.
En húmeda madera recaen los peces.
En húmeda madera se queda el silencio.

Ruido gobernante, aceras pobladas de máquinas.
Gente, cansada gente, humillada gente.
No habrá muelle para mi descanso.
No existirá banco otoñal en que duerma.

El andar ya se encuentra agotado, y
El bastón se lo ha llevado el mar.
Los clarines del amanecer estremecen, queman.
Dos soles en el horizonte, dos amores olvidados.

¿Qué hay en el vuelo de aquel pájaro?
¿Qué hace extender sus alas en el viento?
¿Qué milenaria montaña anido tu huevo?
¿Qué luz ahora nos convierte en polvo y sal?

miércoles, 21 de julio de 2010

Patio 29 (Dedicada a los familiares de Detenidos Desaparecidos y de torturados en la Dictadura de Augusto Pinochet.)

Patio 29

El grito de los trabajadores muere en cruces
negras, oxidadas de tanto esperar justicia.
Aquí el silencio que ha callado labios y esperanzas
mezcla a fuego de metralletas y balas, el horizonte.

¿Cual es el propósito de generar paz con odio?
Los caballos de la libertad son ahora perros sedientos,
capaces de matar a sus crías en egoísta placer.

Los mantos del tiempo cubren a estos cuerpos.
Y en seco y soleado pasto son transformadas
las rosas rojas y blancas, de los N.N. dejadas,
por los familiares de un detenido desaparecido.

El general llora por sus muertos, en esta tarde gris.
Mientras que las cenizas del otro general
son aspiradas en mesas de fino mármol
por burgueses de oro y ambición eterna.

¿Que hacer para que el olvido no inunde tus calles?
El futuro es cada día incierto. Y los perros besan
las manos de curas y cortesanas, buscando el
perdón divino, negado por banderas de hoz y pala.

Cementerio, lugar donde todos somos iguales,
no permitas que el llanto de la madre violada,
que el grito del padre torturado con electricidad
que el hijo fusilado por la roja sangre que corría en sus venas,
se los lleve la lluvia reinante en dinero y falsas promesas.


En el día que los vivos somos todos iguales
la Independencia navega por Santiago, triste.
Y el Palacio de La Moneda es bombardeado nuevamente,
ahora con empresas transnacionales y burgueses penitentes.

lunes, 19 de julio de 2010

Inventario de un amor imposible

Inventario de un amor imposible


Hoy descubrí tantas cosas.


Que cruzar las miradas,
Cómplices, tan poderosas, son
Juegos de escondidas en algún
Parque decorado con hojas secas.


Niños perdidos, habitantes
De alguna película en sepia.
Mares de certezas y dudas,
Lugareños  en poemas de Borges
Y cuentos de Cortázar.


Tierra baldía  e incógnita (para el vulgo, locura)
Viviendo en un tiempo sin años,
Ni meses, ni días, ni horas, ni segundos.
Pimienta de la magia, estornudo del
Destino, pañuelo de lágrimas.


Muerto de miedo, mejillas rojas.
Ignorancia literaria consumiendo.
La carne en fuego, polvo al silencio
Este niño y el eclipse
Buscando a la flor y la Principita.



Mujer fugada de alguna cárcel en Paris,
Viajaste en barco, escondida, pensando
En cada detalle que fuera necesario.
La vida dividida en dos mundos, uno es el
Terrenal, alumna, escritora y cantante.


El otro es el de su mirada. Puerta al cielo
O al infierno. No lo sé
En mi mano, una llave de oro.
Un escalofrió me paraliza...
¿Sigo o no adelante?


Y surge una duda.


¿Qué esconden esos ojos, aceitunos de tanto dolor?
Guardia de secretos, liberadora de fuego, su boca
Viento del oeste respiras, ciudad de fronteras abiertas
Contigo nació el ángel mediterráneo, flor arrancada
De los jardines elíseos, o del atlantes perdida.



¿Quien te planto en esta tierra, águila caída?
Si fue Dios, eres  virtud, escrita en un salmo
Si fue Satanás, pecado original, tentación sagrada.
Y tus padres, escultores de obra magna.
Tu cuerpo, templo oculto, fortaleza de palabras.






¿Cómo negar la belleza, agua del claro lago?
Luz del olmo sombrío, farol de calle principal
Negro y rojo, anarquía del vestir, azul y blanco
Estaciones del tiempo, colores del alma dormida.
Orando en la gris pradera, padre que estas en el cielo.



¿Cuándo se fugó el deseo, beso dado en la sombra?
Ardiente brisa de los veranos vividos en la jungla asfáltica
Escurridizo delfín oceánico, canto de las noches estrelladas
En el magallánico mar del pecho, nadador incansable
Contra la corriente, pena de muerte injustificada.


¿Dónde falleció la golondrina esperanza?
Justicia del enfermo gozo humano, el tiempo
Durmiente en las escaleras de tu columna
Férrea. Los buitres vuelan buscando la carne
Mientras el viento prefiere perfumar el andar.


De los pies descalzos, y me entregan a mi,
Observador incansable, la misión de rescatar,
Salvar en palabras a este ser, vencidos los miedos.
Agotados ya, vivientes en el segundo.
¿Despertare de nuevo, o deseo seguir en sueño?




La realidad ciega mis ojos…

Hoy descubrí tantas cosas.


Que unos cafés en pleno atardecer
Pueden mostrarme la ruta de un
Camino andado en sombra.
Te corono princesa de la tierra
Invadida de palabras.

Reina de las madrugadas gastadas por ti.
Quiero ser navegante del río
Perderme en Selva Virgen
Y deseo recordar estos versos
Para así no perderlos en mundanas musas.


Aunque el terror domina  mis sentidos.
Y el pánico a morir en el intento, y
De enfrentar cara a cara una verdad
Que tu sabes, y yo también.
y que no atrevo a asumir...
Hacen que de mi cielo caiga lluvia